lunes, 25 de mayo de 2015

QUEMA DE LIBROS.

QUEMA DE LIBROS.

La “quema de libros” se refiere a la destrucción por fuego de libros u otros materiales escritos. Usualmente llevado a cabo en un contexto público, la quema de libros representa un elemento de censura y usualmente se origina en una oposición cultural, religiosa o política a los materiales en cuestión.
La quema de libros tiene una historia larga y siniestra; y tal vez el más famoso de estos eventos -- la quema de libros bajo el régimen nazi el 10 de mayo de 1933 -- tuvo un precedente en la Alemania del siglo XIX. En 1817, asociaciones de estudiantes alemanes (Burschenschaften) eligieron el tricentésimo aniversario de las 95 tesis de Lutero para celebrar un festival en el castillo de Wartburg en Thuringia, donde Lutero había buscado refugio después de su excomunión. Los estudiantes, manifestando en favor de un país unificado -- Alemania en ese momento era un baturrillo de estados -- quemaron textos y literatura anti-nacional y reaccionaria que los estudiantes veían como “no alemana”.
En 1933, las autoridades alemanas nazis se esforzaron por sincronizar organizaciones profesionales y culturales con la ideología y política nazi (Gleichschaltung). En línea con este empeño, Joseph Goebbels, Ministro Nazi de Esclarecimiento Popular y Propaganda, empezó a esforzarse por alinear el arte y la cultura alemana con los objetivos nazis. El gobierno purgó a las organizaciones culturales de judíos y de otros oficiales políticamente sospechosos o que representaban o creaban obras de arte que los ideólogos nazis consideraban “degeneradas”.
En su esfuerzo para sincronizar la comunidad literaria, Goebbels tenía un fuerte aliado en la Asociación de Estudiantes Alemanes Nacionalsocialistas (Nationalsozialistischer Deutscher Studentenbund, or NSDStB). Los estudiantes universitarios alemanes formaban parte de la vanguardia del temprano movimiento nazi y, a fines de la década de 1920, muchos tuvieron cabida en los rangos de varias formaciones nazis. El ultranacionalismo y el antisemitismo de las organizaciones estudiantiles seculares de clase media habían sido intensos y explícitos durante décadas. Después de la Primera Guerra Mundial, muchos de los estudiantes se oponían a la República de Weimar (1919-1933) y encontró en el nacionalsocialismo una buena forma de canalizar su hostilidad y descontento político.

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